El Camino del Rey, el sendero más peligroso del mundo
De siempre en España henos tenido todo lo mejor del mundo; playas,
sol, fiesta, señoritos ociosos, la fiesta nacional de los toros,
y miles de especuladores con el dinero en paraísos fiscales.
Corruptos hasta debajo de las piedras, cinco millones de parados,
miles de jóvenes nini, los pantanos más grandes del mundo,
cuarenta años de dictadura, la burbuja del ladrillo,
todo un record de guiness que ya quisieran muchos, y ahora el Camino del Rey.
sol, fiesta, señoritos ociosos, la fiesta nacional de los toros,
y miles de especuladores con el dinero en paraísos fiscales.
Corruptos hasta debajo de las piedras, cinco millones de parados,
miles de jóvenes nini, los pantanos más grandes del mundo,
cuarenta años de dictadura, la burbuja del ladrillo,
todo un record de guiness que ya quisieran muchos, y ahora el Camino del Rey.
Por si fuera poco abrumadora la lista,
ahora los internautas de todo el mundo nos han concedido un record más.
Resulta que tambien tenemos el camino más peligroso del mundo,
“El Camino del Rey” situado en el desfiladero de los Gaitanes, Andalucía.
Un video colgado en youtube con más de 8.000.000 de visitas
así lo pone de manifiesto, alucinante.
ahora los internautas de todo el mundo nos han concedido un record más.
Resulta que tambien tenemos el camino más peligroso del mundo,
“El Camino del Rey” situado en el desfiladero de los Gaitanes, Andalucía.
Un video colgado en youtube con más de 8.000.000 de visitas
así lo pone de manifiesto, alucinante.
Recuerdo que uno de mis primeros viajes de aventura
fue para conocer el Desfiladero de los Gaitanes y las sierras del entono.
Primero estuvimos en el Parque Natural del Torcal de Antequera,
y el pueblo de Abdalajis situado en un fascinante parajes, árido
y casi deshabitado, rodeado por bellas formaciones calizas y escaso arbolado.
fue para conocer el Desfiladero de los Gaitanes y las sierras del entono.
Primero estuvimos en el Parque Natural del Torcal de Antequera,
y el pueblo de Abdalajis situado en un fascinante parajes, árido
y casi deshabitado, rodeado por bellas formaciones calizas y escaso arbolado.
Por entonces el mencionado camino Del Rey ya era bastante peligroso por los derrumbes,
los huecos, los desprendimiento y las zonas en las que había desaparecido el suelo bajo los pies
y había que caminar por los desnudos hierros o traviesas, agarrándose ha las rocas.
los huecos, los desprendimiento y las zonas en las que había desaparecido el suelo bajo los pies
y había que caminar por los desnudos hierros o traviesas, agarrándose ha las rocas.
Por aquel entonces no estaban puestos los cables de acero de seguridad,
lo cual mirar hacia abajo suponía que las piernas
y todo el cuerpo entrasen en un estado de tembladera
y al dejar de mirar el abismo había que respirar profundo antes de emprender el camino,
pues el infierno de roca, salientes,
y cortados que se abría a los pies no te hacían por menos que exclamar, dios donde estoy.
lo cual mirar hacia abajo suponía que las piernas
y todo el cuerpo entrasen en un estado de tembladera
y al dejar de mirar el abismo había que respirar profundo antes de emprender el camino,
pues el infierno de roca, salientes,
y cortados que se abría a los pies no te hacían por menos que exclamar, dios donde estoy.
Mirar al cielo no era el mejor consuelo, pues sobre los acantilados rocosos del desfiladero,
volaban cientos de buitres, y lo hacían en circulo,
parecía como si estuviesen esperando que de un momento a otro
les cayera del cielo la codiciada presa para darse el festín.
volaban cientos de buitres, y lo hacían en circulo,
parecía como si estuviesen esperando que de un momento a otro
les cayera del cielo la codiciada presa para darse el festín.
Por entonces el Desfiladero de los Gaitanes,
era un lugar casi desconocido donde pocos se aventuraban,
en el que no se encontraba más que animales salvajes,
alguna cabra domestica encaramada a los riscos
y de cuando en cuando se escuchaba a lo lejos
algún ladrido de mastines que se hacían sentir en los cortijos cercanos.
Tampoco había escaladores en la zona, ni escuela de escalada,
ni senderistas recorriendo los caminos de esta serranía, no había más que silencio,
roca, buitres y el vacío del abismo si dabas un mal paso.
era un lugar casi desconocido donde pocos se aventuraban,
en el que no se encontraba más que animales salvajes,
alguna cabra domestica encaramada a los riscos
y de cuando en cuando se escuchaba a lo lejos
algún ladrido de mastines que se hacían sentir en los cortijos cercanos.
Tampoco había escaladores en la zona, ni escuela de escalada,
ni senderistas recorriendo los caminos de esta serranía, no había más que silencio,
roca, buitres y el vacío del abismo si dabas un mal paso.
Dormimos en la tienda de campaña, en las única zona llanas que encontramos,
cerca de la antigua estación del tren del Chorro,
y por la mañana nos fuimos tan pronto como pudimos del lugar utilizando
los peligrosos túneles de las vías del tren que atraviesan las montañas,
pensando que en cualquier momento podría venir algún tren y arrastrarnos.
Una inolvidable aventura, la primera
y única visita al desfiladero de Los Gaitanes y el Camino del Rey.
cerca de la antigua estación del tren del Chorro,
y por la mañana nos fuimos tan pronto como pudimos del lugar utilizando
los peligrosos túneles de las vías del tren que atraviesan las montañas,
pensando que en cualquier momento podría venir algún tren y arrastrarnos.
Una inolvidable aventura, la primera
y única visita al desfiladero de Los Gaitanes y el Camino del Rey.
El pasado, el presente y el futuro del Caminito del rey.
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