Provincia: Málaga
Población: Tolox
Tipo de recorrido: Lineal
Recorrido: 5.67 km
Desnivel: 354 m.
Dificultad: Moderada
Época recomendada: verano
Tras la ruta larguísima de la semana pasada por el Río Higuerón, esta semana nos decidimos por una ruta mucho más corta y sencilla.
Cuando fuimos a hacer nuestro versión de la ruta Balneario de Fuente Amargosa-Charco de la Virgen, nos quedamos prendados del Río Caballos y decidimos que, cuando hiciera calor, iríamos a hacerlo. Hoy llegó el día.
Fuimos completamente a la aventura ya que no encontré ningún track con este río, y cuando pregunté me dijeron que no se podía hacer como ruta de agua. Aún así, mi espíritu aventurero se impuso y fuimos a hacerlo.
Aparcamos en el Balneario que, por primera vez, encontramos abierto. Pasamos por delante y en menos de un minuto ya pisamos agua del río y comenzamos a andar por él.
Nos gusta mucho lo que vemos y pronto llegamos a la primera poza.
Hay que avisar que muchas de las piedras resbalan, y en ocasiones tendremos que andar saltando por ellas.
Llegaremos a la siguiente poza.
Y poco después una tercera.
La siguiente poza viene acompañada de un salto de agua provocado por una represa.
Continuamos andando y la ruta se hace cada vez más un pedregal de bloques enormes. Esto nos complica un poco el camino pero nos deja estampas tan bonitas como este pequeño salto de agua.
Seguimos andando y llegamos a una presa derrumbada con una poza muy profunda a sus pies.
Aquí tenéis la opción de pasar nadando, como hice yo, o rodearla por su lado derecho, escalando por las piedras.
A pocos metros de este punto se encuentra otra de las joyas de esta ruta: una cascada natural.
Volvemos sobre nuestros pasos y seguimos el cauce principal del río, pero cada vez se hace más complicado subirlo porque la maleza lo tapa.
Nos vemos obligados a salirnos del río y andar un tramo por un sendero.
Volvemos a enlazar con el río desde el sendero.
Pero tras andar un tramo, de nuevo tenemos que salirnos del río porque nos estamos destrozando las piernas con las ramas. Así que decidimos continuar hacia el Charco de la Virgen por la pista forestal, amplia y cómoda, aunque mucho más calurosa.
Miramos hacia abajo y vemos que el río sigue bastante impracticable, completamente cubierto por la vegetación.
Llegamos a una zona donde tenemos que cruzar el río hasta en tres ocasiones, pero vemos que no mejora mucho el sendero por el mismo.
Ya nos queda poco para llegar al Charco de la Virgen, y pocos metros antes, andamos justo al lado del río.
Y por fin llegamos al final de la ruta: El Charco de la Virgen, igual de bonito que cuando la vimos por primera vez.
Tiene una poza muy profunda a sus pies en la que os podéis bañar, pero aviso a los frioleros: el agua está congelada.
Para los que no os importe, disfrutaréis de ver la cascada desde abajo. Yo os recomiendo que os bañéis, ya que iréis más frescos en el camino de vuelta.
Cuando andábamos por la pista forestal, camino al Charco de la Virgen, vimos una bonita cascada creada por una represa.
En el camino de vuelta me fijé que de la propia pista forestal baja un estrechísimo sendero que te deja en el río. Sólo tenéis que bajar por él, cruzar el río y bajar por otro estrecho sendero que baja por la izquierda de la catarata (si la miráis de frente, desde arriba sería vuestra derecha).
Allí podréis aprovechar para daros el último baño de la ruta.
Contenta por haber podido ver esta cascada desde abajo, volvemos a la pista forestal, pero OJO: cuando lleguéis a la bifurcación, tenéis que tomar el camino de la derecha.
Realmente si tomáis el de la izquierda no pasa nada, pero la vuelta será más larga.
Desde arriba vemos en todo momento el cauce del río.
Tendréis que cruzar de nuevo el río en dos ocasiones más antes de llegar.
Este sendero nos dejará justo en la puerta del Balneario donde aparcamos el coche.
Durante la ruta, pudimos ver bastante ranas, aunque la mayoría saltaban y se escondían nada más vernos.
Aún así mi pareja logró coger una.
Podréis ver libélulas por todos lados. Marrones, rojas y negras, aunque igualmente difíciles de fotografiar.
Recordaros que en el río viven animales que debéis respetar, incluso si son culebras de agua. Ésta se encontraba bajo el agua. Si os da miedo, simplemente esquivarlas, ellas os tienen más miedo a vosotros.
Os dejo con los consejos de siempre:
No olvidar que un río no deja de ser senderismo, por tanto debéis llevar calzado de montaña. Nada de chanclas abiertas (moriréis clavándoos las piedras), ni deportivas de suela fina, etc…
El río es andar por agua donde hay piedras sueltas, con verdín… debéis extremar la precaución, y si no estáis acostumbrados, un bastón os vendrá bien para ayudaros.
Llevad siempre agua de sobra para beber durante la ruta.
A pesar de no ser una ruta 100% de agua, la primera parte es una preciosidad, la parte de pista forestal es muy sencilla, y es una ruta corta de hacer. Nosotros tardamos tres horas, por lo que podéis comer cuando estéis de vuelta en el coche y así no tener problema para meteros en el agua y nadar, por temor a mojar la comida.
Para descargar el track de la ruta, pinchar aquí.
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