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miércoles, 15 de octubre de 2014

LAS 10 MEJORES COSAS PARA HACER EN ROMA

Las 10 mejores cosas gratis para hacer en Roma

La Ciudad Eterna es uno de esos lugares que conviene visitar al menos una vez en la vida, pues permite entender mejor los orígenes de gran parte de los pueblos europeos. En la bellísima y siempre agitada Roma hay un encuentro con la historia en cada esquina, y la cultura es accesible a todos los viajeros, por humilde que sea su presupuesto. 

1. PANTEÓN DE AGRIPA

“El más bello recuerdo de la antigüedad romana”, así describió Stendhal el Panteón de Agripa, un impresionante edificio que el genial arquitecto renacentista Filippo Brunelleschi jamás entendió por qué no se caía. Lo encontrarás  en uno de los laterales de la animada Piazza della Rotonda. Apuesto a que su inmensa cúpula semiesférica de más de 40 metros de diámetro te deja con la boca abierta. En su día esta forma de techar supuso toda una revolución tecnológica. En la actualidad sigue siendo la mayor cúpula de hormigón jamás construida. Ahora se ve muy iluminada por ese milagro al que hemos llamado electricidad pero cuando se levantó la luz entraba al edificio solo por el ósculo de su parte superior. La sensación de un romano al entrar en templo tal debía ser toda una experiencia religiosa.


2. COLUMNA DE MARCO AURELIO

Si el Foro Romano tiene la exquisita Columna Trajana, la Piazza Colona tiene la de Marco Aurelio, que no es tan relevante artísticamente hablando como su predecesora pero si la suficiente como para que quien no sea ducho en la materia apenas note la diferencia. Los 30 metros que dan forma a la Columna de Marco Aurelio fueron levantados a finales del siglo II. Sus relieves en espiral narran los episodios clave de la guerra de este emperador contra marcomanos, cuados y sármatas, a quienes finalmente venció. Tiempo atrás, la columna sostuvo una estatua del gobernante que, al llegar 1588, fue sustituida por otra de San Pablo. ¿Qué cómo la subieron allí arriba? Por dentro de la estructura pues, en su interior, se esconde escalera de caracol de 190 peldaños. No se lo digas a nadie, es un secreto.  


3. IGLESIA DE SAN PIETRO IN VINCOLI

Aunque la fachada de la de San Pietro in Vincoli no anime especialmente a entrar en este templo merece mucho la pena hacerlo. En su interior podrás disfrutar de una auténtica escultura de Miguel Ángel apenas a un metro de distancia. Y es que dentro de esta basílica que alberga la tumba del papa Julio II y las cadenas que supuestamente ataron a Pedro en Jerusalén, podrás enfrentarte a la terribilità del mismísimo Moisés, una enorme estatua de mármol blanco del profeta que abrió el mar en dos que aun sentada parece enfadada, a punto de levantarse para poner a cada uno en su lugar.


4. PIAZZA DEL QUIRINALE

Hay dos buenos motivos para subir hasta la Piazza del Quirinale, situada en la colina del mismo nombre. Uno es ver el magnífico palazzo ideado por Domenico Fontana y Carlo Maderno. El otro es contemplar las magníficas vistas de Roma que se tienen desde este punto de la ciudad. A tus pies, aunque no a vista de pájaro, tejados y grandes cúpulas comparten espacio. Una estampa particularmente bella a la hora azul, justo antes de que el sol se esconda por completo.


5. MONUMENTO NAZIONALE A VITTORIO EMANUELE II

Entre la Piazza Venecia, la colina Capitolina y el denso tráfico de Roma se levanta el elegante Monumento Nazionale a Vittorio Emanuele II, un gran memorial de mármol blanco erigido en recuerdo del primer rey que gobernó sobre la Italia unificada. Esta escultura que parece un edificio tiene en total 135 metros de largo y 70 metros de altura, y fue diseñada por Guiseppe Sacconi a finales del siglo XIX. Atrévete a subir su amplia escalinata para saludar a la diosa Minerva. Te estará esperando allí sentada cómodamente sobre su cuadriga.


6. VIA VITTORIO VENETO

Déjate caer por la via Vittorio Veneto si quieres darte un paseo digno de la Dolce Vita. En esta céntrica y calle, atestada de comercios y cafés de difícil disfrute para el bolsillo humilde, acostumbraban alternar los actores y actrices de Hollywood que al final de los 50 rodaron bajo a las órdenes de Federico Fellini. Se rumorea que Audrey Hepburn, Gary Cooper, Tennessee Williams y hasta el mismísimo Orson Welles disfrutaron aquí como nadie durante sus estancias en la ciudad. ¡Quién pudiera!


7. PIAZZA NAVONA

¿Quién querría encerrarse en un museo pudiendo pasear por uno al aire libre? La Piazza Navona, cuya trazado permite adivinar que en su día fue un gran estadio, está abierta las 24 horas del día. La habitan tres fuentes barrocas entre las que destaca la de Fiumi, una de las obras maestras de Bernini. Las cuatro esculturas de las que mana el agua representan a los ríos Ganges, Danubio, de la Plata y Nilo. Este último es el más fácil de reconocer, es el que tiene la cara tapada, muchos dicen que porque no quiere ver la Iglesia de Santa Agnese, obra de Francesco Boromini, máximo rival de su escultor. Rencillas aparte, esta plaza es un excelente lugar para empezar cualquier visita a la ciudad pues a su alrededor se encuentran gran parte de las cosas que hay que ver. Además está llena de artistas, entre los que destacan numerosos pintores que estarán encantados de retratarte previo pago.


8. CIRCO MÁXIMO

No te dejes engañar por la gran explanada y los escasos asientos que quedan hoy entre las colinas Aventina y Palatina. Este lugar fue una vez el circo más grande de la ciudad, de ahí el calificativo de maximus. A las carreras que tenían lugar en sus más de 600 metros de largo por más de 100 de ancho podían asistir multitudes de hasta 250.000 espectadores. Alrededor de una spina cuyos restos se pueden intuir a simple vista podían llegar a correr hasta 12 carros bajo los gritos de la extasiada multitud. ¿Te lo imaginas? En la actualidad sigue siendo punto de reunión de la juventud romana que viene aquí a echar las horas al calor de la birra. En momentos puntuales, en el Circo Máximo se celebran conciertos y espectáculos, como fue el caso del Festival Live 8 en cuyo escenario se reunió un elenco de músicos del país entre los que se encontraban, ¡cómo no! Laura Pausini, Zucchero y Nek.


9. MERCADO DE CAMPO DEI FIORI

Parece mentira que el mismo lugar que de lunes a sábado se celebra un colorido mercado antiguamente sirviera para ejecutar a los reos que disgustaban a la autoridad gobernante. De hecho, en este bullicioso rincón, dijo adiós al mundo el matemático Giordano Bruno al ser considerado un hereje por proponer que el sol era solo una estrella más del universo. Poca herida queda ya de esta triste historia. En el siglo XXI el Campo dei Fiori es un animadísimo sitio, tanto de día como de noche, cuando locales y turistas se congregan allí para festejar lo que se tercie.

© Pedro Rufo / shutterstock.com

10. PEDIR UN DESEO EN LA FONTANA DE TREVI

Contemplar la fuente más famosa de Italia sigue siendo algo gratuito. La barroca Fontana de Trevi, la madre de todas las fuentes de la ciudad, se esconde tras la masa de turista que a todas horas intentan tocar el que un día fuese punto final del Aqua Virgo, uno de los acueductos que surtían de agua a la antigua Roma. En ella metieron mano Gian Lorenzo Bernini, Nicola Salvi y Giuseppe Pannini, y aún hoy lo siguen haciendo muchos otros temerarios que van a la caza de la moneda (sin importarles la multa que esto les puede acarrear). Eso es lo que te costará la visita al lugar, tantos euros y deseos como tú quieras echar, pues bien es sabido que quien lanza aquí aunque solo sea un céntimo terminará por volver a la ciudad. Por si acaso lanza tres no vaya a ser cierto que, como cantara Sinatra, solo un deseo se cumpla.


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