Los 17 pueblos más bonitos de España
¿Rincones con encanto?
¿Pueblos que están congelados en el tiempo? En España hay más de 8.000
municipios y muchos son tan bonitos que sería imposible nombrarlos
todos. Pero hay algunos que destacan tanto que no nos hemos podido
resistir y te traemos una lista de algunos de los pueblos más bonitos de
España, uno por cada Comunidad Autónoma.
1. Arcos de la Frontera, Andalucía
Este pequeño municipio gaditano es una joya por los cuatro costados. Arcos de la Frontera es
el pueblo blanco por excelencia, con sus casas encaladas, sobre un
promontorio con vistas espectaculares sobre el tajo del Guadalete y
las serranías cercanas. Sus miradores no son aptos para los que sufren
de vértigo pero, si nos tuviéramos que quedar con algo, sería con la
calma que respiran sus calles empedradas, la luz que se refleja en las paredes níveas y los arcos que están por todas partes. Andalucía en estado puro… y el lugar ideal para escaparte, aunque sea sólo un fin de semana.
2. Trujillo, Extremadura
Lugar de nacimiento del conquistador Francisco Pizarro, Trujillo es
mucho más que una de las plazas mayores más bonitas del mundo. Este pueblo extremeño es uno de los más monumentales de Extremadura y rezuma historia por cada una de sus piedras. Una
alcazaba árabe la domina desde las alturas, las murallas la rodean y en su interior se despliega un
laberinto de calles estrechas y de piedra que
casi siempre desembocan en esa plaza mítica y tan perfecta para pasar
un atardecer de verano. Entre palacios, torres y el legado de los que
hicieron fortuna en América es fácil pensar que hemos viajado al siglo
XVI.
3. Cadaqués, Cataluña
A Cadaqués se llega atravesando una carretera de curvas que serpentea por los
paisajes increíbles del cabo de Creus. Situada
al final, de cara al mar, es una perla que brilla cuando el sol la
ilumina y que ha inspirado a artistas a lo largo de los siglos. Sí, es
el pueblo de Dalí, pero también uno de los
pueblos de pescadores con más encanto de la geografía española.
Sus casitas encaladas, la iglesia que se eleva sobre los tejados, las
barquitas de pescadores… Cadaqués es una obra de arte que condensa la
esencia del Mediterráneo.
4. Combarro, Galicia
A orillas del Atlántico, los 7 kilómetros que separan Combarro de
Pontevedra son un viaje en el tiempo. Aquí los relojes se detuvieron
hace años y quizás por eso su
casco antiguo es un festival de hórreos y cruceros,
testimonio de la vida en Galicia a lo largo de la historia. La palabra
“pintoresco” no le hace justicia a este rincón forjado por el mar y la
tradición que tan bien ha sabido conservar su patrimonio.
5. Albarracín, Aragón
Con sus edificios en tonos ocres y la muralla que se encarama por la montaña, Albarracín es
uno de los pueblos más bonitos de España. Situado entre barrancos y valles, este rincón de Aragón fue inaccesible durante siglos… y eso se nota. El
paisaje áspero
abraza a este conjunto amurallado, mientras un meandro del río
Guadalviar fluye a sus pies. Sus calles empedradas, cuestas imposibles y
la
fabulosa iglesia de Santa María de Albarracín son
algunos puntos imprescindibles en cualquier visita. Y algunas de las
mejores vistas se tienen desde lo alto del castillo, que controla el
paisaje como nadie.
6. Cudillero, Asturias
Las
casas de mil colores de Cudillero dan al mar y
se sitúan, como si fueran los escalones de un anfiteatro, entre la
montaña y el Cantábrico. Este pueblecito de pescadores de Asturias tiene
uno de los puertos más interesantes de la zona… y también algunos de
los mejores paisajes. Subiendo y bajando por sus
cuestas empinadas encontrarás
miradores en los que el azul del mar y el cielo se funde con el verde del paisaje y las tejas de las casas. Tranquillo y lleno de encanto, siéntate en la playa y disfruta del momento.
7. Frías, Castilla y León
La burgalesa Frías es un
rincón de postal. Esta ciudad medieval impresionante está en pleno
valle del Ebro y quizás su elemento más destacado es el
Castillo de los Duques de Frías,
del siglo XI, encaramado a un cerro y rodeado por un foso. Su Torre del
Homenaje es el mejor mirador del entorno, la muralla un encanto y las
casas colgadas
que desafían la ley de la gravedad una maravilla con todas las de la
ley. En verano, si te atreves, te podrás dar un chapuzón en el río
mientras contemplas
uno de los pueblos más bonitos de España.
8. Hondarríbia, País Vasco
En la
bahía de Txingudi, a orillas de la desembocadura del Bidasoa, está Hondarribia, una
joya arquitectónica que haría la delicia de cualquier aficionado a la fotografía (y a la buena gastronomía). Su
casco viejo está sembrado de casas solariegas por las que parece que no
pasa el tiempo, con sus balcones de hierro forjado y sus aleros
tallados. El
Castillo de Carlos V es el corazón
palpitante de esta villa marinera en la que se sirven algunos de los
mejores pintxos de la zona. Todo el mundo habla maravillas de
Hondarribia, ¿será por algo?
9. Alcalá del Júcar, Castilla-La Mancha
El encalado Alcalá del Júcar parece
sacado de un cuento de hadas. Sus casas se han ajustado con los años a la forma de la ladera de la montaña, que está coronada por un
castillo árabe desde el que las vistas son indescriptibles. Aquí es posible pisar adoquines pero también cruzar el
puente romano que
cruza dramáticamente el río Júcar. Este lugar histórico cuenta también
con una red de cuevas de leyenda… y es perfecto para practicar deportes
de aventura. Nunca un lugar tan pequeño había dado tanto de sí.
10. Deià, Islas Baleares
Aunque toda la
Sierra de Tramuntana de Mallorca es
paradisíaca, el pueblecito de Deià es de los que te roban el corazón y
se lo quedan. Está ubicado en un entorno maravilloso de peñas verdes,
olivos, encinas y pinos y muy cerca del azul del mar Mediterráneo. Deià
tiene tintes de refugio y aquí parece que los minutos pasen más
lentamente. Si quieres capturar el paisaje con la mirada nada mejor que
subir hasta el cementerio cruzando las calles empinadas y deleitándote con las casas de piedra y las flores. Muy cerca están
Valldemossa y Sóller, también preciosos.
11. Garachico, Islas Canarias
El colorido y diminuto Garachico condensa en su territorio
la esencia del Tenerife colonial. Es un lugar maravilloso
forjado por la naturaleza y la historia,
que todavía hoy se respira en el ambiente. La erupción volcánica que
destruyó su puerto en 1706 les arrebató una fuente de riquezas pero, a
la vez, contribuyó a que el pueblo se conservara tan bien. Pasear por
sus calles es un placer… pero todavía lo es más
bañarse en las piscinas de rocas que la lava creó a su paso. ¡Ideal para refrescarse!
12. Bocairent, Comunidad Valenciana
En el interior de Valencia, Bocairent es un misterio por desentrañar. De
origen musulmán y con una oferta de
turismo rural importante,
este pueblo de casas de piedra amarillenta está lleno de subidas y
bajadas, calles con adoquines y un aire muy especial. Su casco urbano
está plagado de fuentes que se esconden en recovecos del laberinto
urbano. Y las
vistas de la Sierra de Mariola son sobrecogedoras. Si te gusta andar
no te vayas sin subir a la Ermita del Santo Cristo que está en la cima de una montaña frente a Bocairent.
13. Olite, Navarra
¿Un castillo con almenas, torres acabadas en punta y que parece
sacado de una película de Disney? No, no hablamos de Carcasona. Nos
referimos al
precioso Palacio Real de Olite, una obra maestra construida durante el reinado de
Carlos III y que posiblemente es
uno de los castillos más bonitos del mundo.
Si lo dudas, acércate. Y si todavía necesitas razones, que sepas que el
pueblo de Olite haría las delicias de cualquier amante de la historia.
Además de visitar sus iglesias, si puedes,
alójate en el Palacio Viejo que hoy es un parador de turismo de los que quitan el hipo.
14. San Vicente de la Barquera, Cantabria
Pese a que últimamente es más conocido por ser el pueblo de David
Bustamante, que su fama no os asuste. San Vicente de la Barquera es
un rincón cántabro maravilloso y a ratos muy bucólico. Esta
villa marinera ha sabido encontrar el equilibrio perfecto entre vivir de cara al mar y su historia medieval. Además de la
Iglesia de Santa Maria de los Ángeles y el Santuario de la Barquera, explora el
Castillo del Rey y luego contempla su reflejo en las aguas. Encerrada por la muralla, la
Puebla Vieja es
una delicia… y cruzar el puente de la Maza es posiblemente lo más
cercano a andar sobre las aguas que podrás vivir. Ya, si eso, acércate a
la casa del hijo más ilustre del pueblo.
15. Santo Domingo de la Calzada, La Rioja
Profundamente
marcado por el Camino de Santiago, Santo Domingo de la Calzada es una gozada para pasear, comer y pasar unos días entre
calles laberínticas medievales.
Su casco antiguo oculta verdaderos tesoros centenarios como sus
robustas murallas, la solemne catedral que da nombre al pueblo o el
antiguo Hospital. Sin hablar de lo bonita que es la
plaza España, del siglo XIV y en la que tomarse una copa de Rioja sabe mejor.
16. Caravaca de la Cruz, Murcia
Pese a un cierto aire de decadencia, Caravaca de la Cruz es la
constatación de que en Murcia hay mucho más que playas, huerta y sobreexplotación urbanística. Esta localidad se gestó entorno a su famosa (y muy bonita, por cierto)
basílica barroca,
que está en lo alto del pueblo bajo la protección del alcázar de los
taifas que dominaron estos lares mucho antes. Caravaca de la Cruz es un
lugar increíble para los
amantes de la arquitectura y el arte renacentista y barroco,
con ejemplos repartidos por todas partes. Así que no hace falta, ni
siquiera que vayas a ver la reliquia de la cruz de Jerusalén. El
paisaje, sus calles y su gente son la mejor excusa.
17. Chinchón, Comunidad de Madrid
En pleno centro de la península y en la pequeña Comunidad de Madrid se ocultan gemas como Chinchón.
Un pueblo que gira alrededor de una plaza, destaca por sus edificios barrocos y la historia que todavía hoy se puede palpar.
Entre los magníficos soportales de la ilustre Plaza Mayor de Chinchón
fue donde se proclamó rey Felipe V, rodeado de edificios de tres plantas
con balcones de madera. El lugar fue
corral de comedias y plaza de toros, y hoy es ideal para tomar algo o quedar con amigos (aunque no hace falta que sea el típico anís). El
monasterio de los Agustinos (ahora un Parador), la
barroca Casa de la Cadena, la iglesia de la Asunción y la
Torre del Reloj son otros de los rincones más fascinantes de Chinchón.
Somos conscientes de que en esta lista
faltan muchísimos y de que en España hay tantos pueblos preciosos que no
daríamos abasto. Así que si crees que el tuyo debería estar en esta
lista déjanos un comentario. Prometemos tomar nota e incluirlo en
futuras listas de pueblos bonitos de España.
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