Provincia: Granada
Población: Arenas del Rey
Tipo de recorrido: Circular
Recorrido: 11.97 km
Desnivel: 408 m.
Dificultad: Fácil
Época recomendada: Todas menos verano
Población: Arenas del Rey
Tipo de recorrido: Circular
Recorrido: 11.97 km
Desnivel: 408 m.
Dificultad: Fácil
Época recomendada: Todas menos verano
En esta ocasión volvemos a Granada. Nos encantaron las rutas de Moclín -Cueva de Malalmuerzo-Olivares y los Cahorros de Monachil, así que en esta ocasión repetimos provincia con esta ruta. Sin duda es una preciosidad, igual que las otras dos.
Sí que es cierto que esta ruta es bastante más compleja que las otras dos. Son unos 12 km y tiene unos 400 metros de desnivel acumulado, pero tiene zonas con mucho desnivel constante, subidas por escaleras completamente verticales, y subidas y bajadas imposibles sin la ayuda de cuerdas instaladas. Aún así es de las rutas que más nos han gustado.
Dejamos el coche en un aparcamiento de tierra y comenzamos la ruta.
Pocos metros después de empezar a andar, giramos a la izquierda y nos dirigimos a la Iglesia de la Inmaculada.
Pocos metros después de empezar a andar, giramos a la izquierda y nos dirigimos a la Iglesia de la Inmaculada.
La pasamos y paramos en el mirador, que nos deja unas asombrosas vistas del Pantano de los Bermejales.
Y de los Tajos.
Continuaremos por un estrecho sendero de piedras sueltas.
Bajamos cruzando por el cauce de un riachuelo seco y continuamos andando entre unas bonitas vistas de los Tajos.
Llegamos a la primera complicación, unas escaleras verticales muy incómodas de subir.
Ojo, porque si tenéis perro, os costará superar esta parte. Nosotros cargamos con Luna. Si pesa mucho vuestro perro, lo ideal es que lleve arnés y una vez que estéis arriba, subirlo como si fuera un saco de cemento (algo imposible si va con collar, obviamente).
Continuamos la ruta andando entre los tajos y al lado del río.
Así es como llegamos al siguiente reto. Subida por la primera cuerda en una zona completamente cerrada por piedras y el tajo.
Al andar bajo la piedra la grabación del GPS en el track hace picos.
Superada esta parte os recomiendo una mirada atrás para disfrutar de las vistas del río Cacín.
Continuaremos por un sendero en la ladera del tajo superando fuertes desniveles. Vemos imágenes curiosas como esta enorme mole de piedra partida de su otra mitad.
Hasta llegar a a los carteles de “Cortijo del Cura” y “Puente Romano”. Nosotros tomaremos esta última indicación. Lo cual nos lleva a una bajada continua por un sendero de piedras sueltas que se hace larga y cansada porque carga las rodillas y las piedras resbalan mucho.
Llegamos a la siguiente cuerda que nos tocará bajar.
Recomiendo no bajar de cara sino rapelando.
Más adelante en vez de cuerda encontraremos un cable metálico con la misma función de ayudarnos a subir.
No os olvidéis disfrutar de las vistas.
De nuevo toca usar las cuerdas: en esta ocasión una larga cuerda de bajada.
Continuamos andando y una vez más, toca bajar por cuerdas.
Así llegamos a la zona más bonita de toda la ruta. Andar bajo las paredes del tajo.
Pero los retos continúan: en este caso unas minúsculas escaleras de madera. Muy chicas y muy incómodas de subir porque se mueven mucho y no tienes ninguna estabilidad al subirlas.
Seguiremos otro rato andando bajo los tajos. A mi me recordaba a un pequeño “gran cañón”.
En esta zona obviamente el GPS se volvió loco al andar bajo roca.
Superada la zona de las cuerdas toca la parte de los puentes colgantes.
El primero, el más largo y que más se mueve, pero el más bonito.
Es genial ver el río desde él.
El segundo es más pequeño y más a ras del agua.
Después vienen dos puentes de madera casi idénticos entre ellos.
Finalizada la zona de los puentes comienza una fuerte subida.
Y llegamos así hasta el Puente Romano.
Pasaremos por su lado y entraremos en la pista forestal. Esta parte de la ruta es aburrida en comparación con la primera parte.
Los tres primeros kilómetros son de subida, muy suave, pero muy pesada cuando toca un día de poderoso sol como hoy. Aún así, las vistas de los cultivos y las flores lo hacen más ameno.
Como nuestra aplicación nos permite ver el perfil de la ruta, cuando terminó la parte de subida de la pista forestal, paramos a comer (aproximadamente en el 2º cortijo abandonado). Es una ruta donde hay que subir muchas piedras y Luna sube sola (sin nuestra ayuda). Se comportó como toda una campeona, así que la dejamos descansar a gusto en la comida.
Además, cruzaremos hasta cuatro cortijos abandonados de diferentes tamaños y materiales.
Este camino nos llevará directamente donde tenemos el coche aparcado. Recomendación, en el aparcamiento hay una fuente pública hecha de piedras. El agua es buenísima y fría y os sentará de lujo al acabar la ruta.
Reitero que esta ruta no puede tomarse a la ligera. Al final de la ruta nos cruzamos con un grupo de unas 10 personas compuesto por niños y personas muy mayores. Tuvieron que abandonar la ruta a la mitad porque los desniveles con piedras sueltas y las bajadas entre cuerdas les superó.
Es una ruta imprescindible de visitar, pero no apta para todos los públicos.
Os dejo con fotos de la flora y fauna del lugar:
Para descargar el track de la ruta, pinchar aquí.